San Petersburgo II. El Hermitage y la Iglesia de la Sangre Derramada.

Plaza del Palacio de Invierno
Se dice que San Petersburgo fue la cuna de la Revolución Rusa. En 1917 cuando aún se llamaba Petrogrado se produjeron muchas huelgas contra las condiciones de vida. El zar Nicolás II abdicó, y su familia fue arrestada. Se produjo el inicio de la Revolución rusa con el asalto al Palacio de Invierno, el 25 de octubre de 1917. El crucero Aurora desde el río Neva lanzó disparos hacia el Palacio de Invierno residencia de los zares y donde se encontraba el Gobierno Provisional. La Guardia Roja entrenada por León Trotski. Por cierto quién posteriormente a la muerte de Lenin fue exiliado por Stalin y asesiano en México en 1940.

Escalera Principal
Este Palacio de Invierno es un de los mejores ejemplos del barroco ruso, y aunque su exterior ha cambiado poco desde 1762m cuando los construyo Bartolomeo Rastrelli. El interior si ha cambiado bastante, y después de1918, hasta 1939 paso a engrosar el gran Museo Hermitage. Este museo uno de los más famosos del mundo ocupa varios edificios, no sólo el Palacio de Invierno. El Pequeño Ermitage, el Gran Ermitage, el Teatro Hermitage, e incluso a finales de 1990 se sumó el edificio del Estado Mayor. Es materialmente imposible conocer este Museo en una sola visita. Se necesitan como mínimo tres días para conocerlo en profundidad, pues todas las salas tienen algo de interés, añadido al impresionante conjunto arquitectónico que forma el Museo. Pero como pocos viajeros tienen tanto tiempo vamos a realizar un recorrido por las salas más importantes, y luego por las piezas artísticas más destacadas.

Suele haber grandes colas para entrar. Se accede por la Plaza del Palacio y se llega primero a la Escalera Principal, obra de Rastrelli. Escalera utilizada por la familiar imperial para la ceremonia del Bautismo en el río Neva, en Epifanía que recordaba el bautizo del Señor. Se pasa también por los Salones oficiales del Palacio de Invierno, como este de San Jorge, utilizados, para ceremonias de Estado. En la segunda planta se sale a los jardines colgantes. Singular jardín colgante decorado con fuentes y esculturas, fue utilizado durante el cerco de Leningrado por los nazis para el cultivo de hortalizas
 
Techo de los Salones oficiales del Palacio de Invierno
Jardines colgantes
Otra sala espectacular es el Salón del Pabellón terminado en 1858. Esta realizado en mármol blanco y oro. En este salón se expone el reloj del Pavo Real de 1772 del inglés James Cox. Finalmente como elemento arquitectónico destacamos Las Logias de Rafael. Catalina quedó tan impresionada con los frescos de Rafael del Vaticano, que en 1787 encargó que se hicieran copias sobre tela. Se introdujeron algunas alteraciones como la sustitución del escudo de armas del Papa por el águilar bicéfala de los Románov.

Salón del Pabellón

En relación a sus obras de artes hay que decir que hacia finales del reinado de Catalina II, la colección del Hermitage contaba con 3.000 cuadros, casi 7.000 dibujos, más de 70.000 grabados y 10.000 piedras talladas, que eran su afición especial. Pero sus colecciones no eran accesibles al público. Ahora visitan el Hermitage unas dos millones y medio personas cada año. Se dice que si una persona dedicara solo un minuto a contemplar cada pieza del museo, necesitaría cuatro años y medio, sin descanso, para verlas todas. Por eso debemos de advertir de nuevo que es necesario seleccionar antes de la visita lo que se desea ver-

Logias de Rafael


Leonardo, Madonna Litta
El Hermitage viejo fue construido en la década de 1770 para instalar la creciente colección artística de Catalina II. Ahora en este palacio se encuentran obras de los maestros de renacimiento italiano: se expone Judit, obra maestra de Giorgione, la poética Virgen de la Anunciación de Simone Martín, obras de Fra Angelico y Boticelli... Pero las perlas de la colección son dos cuadros de Leonardo da Vinci: la Madona Benois – correspondiente a su periodo creativo temprano y que representa a la Virgen como a una joven contemporánea del pintor, ataviada y peinada a la moda, que juega con su hija – ya la lacónica Madona Litta, que es por el contrario un trabajo de madurez en que la imagen de la Virgen es el ideal de la belleza física y espiritual. Entre las obras de la célebre colección de Tiziano destaca San Sebastián, pintado al final de la vida del gran maestro veneciano con trazos amplias e impetuosos, realizados no sólo con el pincel, sino a menudo con los dedos, lo que le da una expresión especial.

Bacco de Rubens
En el edificio del Hermitage nuevo encontramos una parte de la colección de los maestros italianos, que fue construido por Nicolas I y abrió las puertas al público hace 150 años. Aquí se encuentra arte italiano de los siglos XIII al XVIII La Anunciación de Martini, La visión de San Agustín, de Lippi, La virgen y el niño de Fra Angelico, El tañedor de laúd de Caravaggio. La única obra de Miguel Ángel, El niño en Cuclillas estaba destinada al panteón de los Médici. 

En las salas grandes, decoradas con vasos de malaquita y lapislázuli, se hallan la exposición de pintura italiana y la colección de pintura española, considerada como una de las mejores fuera de las fronteras de España. En ella se puede ver obras de El Greco, Velázquez, Ribera, Zurbarán, Murillo y Goya. La riquísima colección de los pintores españoles del siglo de oro perteneciente al banquero Coesvelt, reunida durante la guerra napoleónica, llegó al Hermitage en 1814. En esta época las adquisiciones se hicieron ordenadas y el museo compraba las obras que se consideraban imprescindibles para reflejar con plenitud la historia del arte. Además de las pinturas españolas, a principios del siglo XIX se adquirieron cuadros de maestros de los Países Bajos. Esta colección no es grande pero tiene obras maestras de Robert Camping, Roger van del Weyden y Hugo van del Goes. 

La danza de Henri Matisse
En todas las épocas los coleccionistas de Rusia tuvieron una afición especial por el trabajo de los pintores flamencos y holandeses del siglo XVII. Cinco salas del Hermitage Nuevo atesoran obras de Rubens, desde las más tempranas hasta las últimas, célebres retratos de Van Dyck, escenas de caza de Paul de Vos y abundantes naturalezas muertas de Frans Snyders. La colección de pintores holandeses cuenta con más de mil cuadros de todos los géneros. Los lienzos de Rembrandt ocupan una gran sala y dan una clara idea de toda so obra creativa: el retrato juvenil de su esposa Saskia, representada como la diosa Flora, el trágico Descendimiento de la cruz, el penetrante retrato del anciano en rojo… y al final la joya de la colección, el regreso del hijo pródigo, escena evangélica en que el maestro pudo expresar su fe en el bien y en el amor humano. 
Composición VI de Kandisnky
La colección del arte francés de los siglos XV al XVIII es la segunda en importancia en el mundo después de la del Louvre. Los lienzos de Poussin, Watteau y Chardin se alternan con creaciones de los mejores escultores franceses y una riquísima colección de arte aplicado. Un atractivo especial del Hermitage es su fantástica colección de pinturas del impresionismo y el post-impresionismo francés y de los maestros de principios del siglo XX. Estas obras fueron compradas, y a veces encargadas directamente a los maestros, por los coleccionistas moscovitas Serguei Schukin y Mijail e Ivan Morozov. Los paisajes de Moner y Sisley que revelan el proceso de afianzamiento del método impresionista, en encanto de las imágenes femeninas de Renoir, el halo intelectual de las obras de Cezanne, la expresividad de Van Gogh, la serenidad de los paisajes de Oceanía de Gauguin, la armonía cromática de las numerosas obras de Matisse y de las más de 30 obras de Picasso. Pero como decíamos antes se necesita mucho tiempo para ver, observar y disfrutar este glorioso Museo.

Ahora nos vamos a la zona de Gostiny Dvor, concretamente al canal Griboedova donde se encuentra la Iglesia de la Sangre Derramada. También conocida como Iglesia de la Resurección. Se levantó donde fue asesinado el Zar Alejandro II. Su sucesor Alejandro III, convocó un concurso para realizar un monumento en su honor. El proyecto ganador fue esta Iglesia inspirada en el estilo tradicional ruso. La Iglesia desborda color. El interior se puede visitar tras más de 20 años de restauración
El estilo de ese edificio contrasta con la arquitectura neoclásica y barroca que predomina en San Petersburgo. Es un estilo tradicional ruso. El interior esta profundamente decorado, y todo pintado con iconos. Una vez empapados este día no sólo de cultura y bellezas arquitectónicas sino también por agua, es hora de volver a la naturaleza a los parques y a los canales de San Petersburgo, por eso mañana será otro día en esta extraordinaria ciudad.

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