Vejer de la Frontera, blanco velero

En una reciente encuesta de la revista Viajar del Grupo Z dedicada a los viajes, aparecían los 15 pueblos con más encanto de España, entre ellos se encontraba Vejer de la Frontera. Pueblo gaditano, encaramado a una loma desde donde se divisa el mar por un lado y los humedales de la antigua Janda, desecada y convertidos hoy en campos de arroz.

Vejer de la Frontera
El municipio de Vejer cuenta con una extensión superficial 264 Km2 con una altitud sobre el nivel del mar de 201 metros. Es un precioso pueblo blanco a orillas del río Barbate comunicado con todos  los pueblos de la costa por la carretera N-340.La población ronda los 12.000 habitantes censados.Vejer ofrece un producto turístico muy completo, que combina oferta cultural, turismo interior y las mejores playas a tan sólo 15 minutos.De gran tradición árabe, Vejer siempre destacó por su miel y sus fuentes de agua. En sus cercanías ocurrió la batalla del Guadalete y no fue hasta 1250 que Fernando III reconquistó esta tierra. Actualmente esta hermanado con la ciudad marroquí de Xauen.

Lo primero que vemos es la Plaza de la Constitución, al pie de las murallas, donde destaca su adornada fuente de azulejos. Luego nos vamos al recinto amurallado. Está flanqueado por cuatro puertas: Arco de la Segur, Arco de Sancho IV, Arco de la Villa y Arco de Puerta Cerrada, y por dos torres: La Torre del Mayorazgo y  la Torre de la Corredera.

Azulejo en la entrada de las murallas

 Luego nos dirigimos a la Iglesia Parroquial del Divino Pastor construida sobre una antigua mezquita, es una iglesia de planta basilical con ábside rectangular y compuesta por tres naves, siendo la central más alta que las laterales.
El conjunto arquitectónico consta de dos partes perfectamente diferenciadas que corresponden a dos etapas de su construcción: La cabecera gótico - mudéjar del siglo XIV y una ampliación en gótico - tardío de finales del S. XV y principios del XVI. Por dentro de estas dos construcciones se notan bastante y su unión descuadraba por lo que están como pegadas una a la otra con columnas de distinto grosor y forma en su unión.  En las naves laterales se abren tres capillas. Destacar el retablo del altar mayor, realizado por el maestro Francisco de Villegas en el siglo XVII y ejecutado en madera de cedro y borne. Se hace una visita guiada por 1 Euro, con una simpática guía que explica las peculiaridades de este templo.

Luego nos vamos dirección hacia el Castillo que data de los siglos X y XI, en época de Abderramán I y sucesores. Se encuentra situado en la parte más elevada, y posiblemente la zona habitada más antigua de Vejer, sobre la base de otro anterior de la época árabe.
Vista desde el Castillo
Consta de dos patios: el patio principal donde se encuentra el antiguo aljibe, que recogía el agua de la lluvia, a través de un canal. El suelo del castillo tiene forma de espiga, para evitar que los animales que se encontraban en los establos resbalasen. Desde el patio de armas se pueden ver las almenas, acceder a ellas y divisar hermosas vistas de todo el pueblo. En este patio se encuentra la vivienda particular que fue transformada por Pedro Muñoz de Arenillas en la segunda mitad del s. XIV, la cual fue comparada al Marqués de Martorell.
Otra vista desde el Castillo
En el S. XIV fue residencia de los Duques de Medina Sidonia, señor de Vejer. Se encuentra englobado dentro del grupo de “Castillos menores” por poseer sólo una puerta de entrada y salida colocada en el punto más accesible y de más fácil defensa. La puerta de herradura enmarcada en un alfiz es el vestigio más apreciado de origen árabe que aún se conserva.
En el interior del Castillo se puede contemplar una placa en conmemoración del hermanamiento de Vejer y Chef-Chauen. Ambas ciudades se encuentran estrechamente vinculadas por motivos históricos y culturales. Las vistas en 360 grados son diversas, el caserío blanco, el mar, los arrozales, y los bosques, el ganado bravo, etc.


 Desde esta vista se ven terrazas pintadas de rojo en vez de blanco, hay una iniciativa para que todas las terrazas del pueblo se pinten de blanco, para dar ese color de velero blanco adosado frente al mar.



Antes de llegar al Castillo se pasar por el Convento de las Monjas Concepcionistas. el único vestigio del original Convento de Ntra. Sra. de la Concepción fundado por D. Juan de Amaya en 1552 para enterramiento propio y de su mujer. Iglesia de las denominadas de cajón, pudiéndose destacar su portada principal de estilo renacentista, la cúpula esférica erigida sobre la capilla Mayor y las Criptas abovedadas de los fundadores.
A su lado se encuentra la calle más emblemática de la ciudad, el Arco de las Monjas, consistente en una sucesión de contrafuertes que sustenta el muro lateral, dichos contrafuertes fueron colocados como consecuencia del terremoto del Siglo XVIII.Actualmente el edificio alberga el Museo Municipal de Costumbres y Tradiciones de Vejer. 

 Otro encanto de Vejer de la Frontera son sus patios llenos de flores, y macetas. Se visitan muchos, tanto en la judería como en el entramado de callejuelas que forman el pueblo.
Patios floreados



De vuelta pasamos otra vez por la Plaza de la Constitución. Aquí se puede comer en algunos de los restaurantes de la Plaza, al fresquito de sus terrazas, como el Restaurante Trasfalgar, dedicado al atún de almadraba y al retinto.

Los restaurantes y bares de Vejer y su Término municipal ofrecen una cocina "de altura", que no deja indiferente a los paladares más exigentes. Si algo caracteriza a la cocina vejeriega es su variedad y calidad, altamente marcada por la producción de ricas hortalizas, verduras, frutas y legumbres de sus fértiles huertas. Todo ello sin olvidar la gastronomía estacional basada en productos silvestres como las tagarninas, alcachofas y caracoles recolectados en su término municipal. Por cierto se paseaban por el pueblo una pareja con un cacerolón de caracoles vendiendolos por raciones,

Un protagonismo especial tiene el rico pescado y marisco que se obtiene en nuestras costas bañadas por el Atlántico. Son famosos los arroces marineros y el pescaíto frito que se pueden degustar en los restaurantes y bares de nuestra playa de "El Palmar", a escasos metros del mar. Es importante destacar la carne de retinto ecológica (raza de vacuno autóctona), muy apreciada y sabrosa, y los productos derivados del cerdo, que se elaboran de manera artesanal en las carnicerías como el lomo de manteca, morcillas, chorizos, longanizas y morcones.
Por último, no podemos olvidarnos de la
Restaurante Trasfalgar
repostería artesanal, de la que destacamos los afamados camiones, las tortas vejeriegas y en cuaresma el pan duro y los roscos (Pastelería La Exquisita), así como de los dulces árabes y otras especialidades como los rosquitos de canela y limón y los minipestiños (Xauen Pastelería Andalusí).

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