Rumania III. Sinaia, Valle del Prahova

Valaquia región llana por antonomasia se adentra hacia Transilvania mediante un estrecho valle en las faldas de los montes Bucegi, cubiertos de abetos. Por aquí transita el viajero para llegar a Sinaia. Hay múltiples 

caminos senderistas pero nos quedamos en la hermosa ciudad recogida en el valle de abetos. Presenta una mezcla de casas coloridas de maderas y magníficas residencias del siglo XIX. Este fue el lugar de residencia 

del primer rey de Rumanía Carlos I que se hizo construir un impresionante retiro veraniego el Castillo de Peleç, tiene pasadizos escondidos, torres, estatuas. Fue un sitio moderno porque apareció la luz eléctrica e incluso el ascensor. 

La ciudad actual debe su nombre al monasterio de Sinaia, del Monte Sianí, inaugurado en 1695, construido por un noble rumano tras regresar por un peregrinaje por Tierra Santa. Como antes ha mencionado el viajero administrativamente pertenece a Valaquia, pero es muy fácilmente asequible desde Transilvania.

Es un día de invierno, y cuanto el viajero llega incluso se pone a nevar, andamos casi 20 minutos desde el centro de Sinaia hacia el Castillo, todos los alrededores del mismo están cubierto por un manto de nieve, por lo que es aún más interesante y mágico. Sus torres dominan las praderas hoy blancas de los alrededores. 

Como antes se decía fue el primer castillo europeo que tuvo energía eléctrica y ascensor. En 1875 empezó la construcción del mismo, de estilo neo renacentista alemán. Se terminó de construir poco antes de la muerte del monarca, la decoración fue de su esposa. 

En tiempos de Ceaucescu, fue utilizado por el régimen comunista para recibir a dignatarios extranjeros. La visita es de unos 40 minutos, y te dan una especie de zapatillas para no estropear el suelo. Se visitan unas 10 habitaciones, la sala de armas, el despacho del rey y un curioso cine teatro decorado con obras auténticas de Gustav Klimt. Salimos al frío y a la nieve, dan ganas de tirar bolas y bolas. Andando llegamos a unos 100 metros más arriba al Castillo de Peliçor, de marcado estilo art.noveua y de estilo renacentista alemán. Luego andamos hacia el Monasterio de Sinaia, donde aún viven unos 20 monjes. Primero vemos la Iglesia 

antigua del siglo XVI, con unos frescos de vivos colores, alrededor de la misma están las celdas de los monjes. En la Iglesia Mayor, del siglo XIX con dos iconos ofrecidos por el Zar Nicolás II de Rusia.

Sigue el viajero por Transilvania, y ahora nos toca Brasov, pero eso será otro día.

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